4.6.10

Puteadas



Salís a la calle pisas una baldosa floja, te ensucias y puteas por lo bajo. Te calzas los auriculares y seguís adelante. A tu alrededor zumban los pies de otros miles que también putean por lo bajo por un millón de razones distintas. Y acá estoy puteando yo también con una carta-documento en la mano.

Y en los diarios se debate sobre una verdad que no existe. Los políticos simulan enfrentamientos ideológicos, debaten y pelean. Todo sea por el bien público. Pero se dan la mano por debajo de la mesa. Transan. Nosotros puteamos.

Perdió tu equipo, tu mujer te dejo, perdiste el trabajo, pisaste mierda, el tren no llega, el subte tampoco, perdiste las llaves, te robaron, estafaron, mintieron, te echaron del trabajo, de tu casa, de la cama, te meas, tropezas, te duele una muela. Siempre puteas.

En su célebre discurso sobre las malas palabras en el Congreso de la Lengua, el Negro Fontanarrosa, defendió la aplicación terapéutica de las malas palabras.

Quiero hacer una distinción: Las malas palabras también están presentes en los discursos para enriquecer y acentuar. Pero la puteada no. La puteada es otra cosa. Putear es la acción de utilizar una mala palabra ante una situación desfavorable. Es decir la mala palabra es el contenido. La puteada la forma.

Putear sirve para descargar tensiones que de acumularse adentro nos harían explotar. Aunque también son un síntoma. La señal de que algo malo está ocurriendo. Hay que prestarles atención. Y los argentinos puteamos demasiado.


3 comentarios:

Alejandro dijo...

Puteamos mucho. Igual a veces puteamos por costumbre, por que es mas comodo putear que decir algo con mas contenido... Igual eso tambien es sintoma de algo.

Saludos!

Fierros Campana dijo...

Que buen post...la puta madre!

Ale Juli dijo...

uno tendría que preguntarse si estará puteando más que antes, y después si cree que todos estamos puteando más que antes. si la primera respuesta es afirmativa tendría que buscar las causas, si es negativa tendría que ponerse contento básicamente, pero creo que el problema está cuando uno no sabe diferenciar cuando putea por sí mismo y cuando putea por el de al lado, porque la puteada tiene eso de contagiosa. si alguien putea en el subte, todos putean en el subte, si alguien putea en la cancha, todos puteamos en la cancha. para reflexionar más tarde: cuando lo putean a uno. si te putean mucho debés estar haciendo algo mal, pero si te putean poco seguro que también.